La sabiduría popular dice que incluso si no planeas visitar a una chica, usa siempre calcetines limpios. En otras palabras, si tienes polla, prepárate para usarla y no dejes que nada se interponga en tu camino en este viaje de un verdadero samurái. Pero esa vez nos encontramos con algo muy distinto a un samurái. Estaba en buena forma física, pero olía tan mal que las flores de la habitación de al lado se marchitaron. Tuvimos que enviarlo a la ducha y cuando regresó, la fiesta de la vida ya había comenzado sin él. Sin embargo, si este imbécil hubiera sabido usar antitranspirante, habría arruinado un hermoso trío...